martes, 29 de enero de 2013

TEORÍA CELULAR

Para llegar a las conclusiones que establece la teoría celular, fue necesario que, entre los siglos XVII y XX, se produjeran distintos avances en la observación de las células, facilitados por la fabricación de microscopios cada vez más potentes y la mejora en las técnicas de preparación de las muestras de células.

En 1858, el patólogo Virchow afirmó que «toda célula procede de otra célula existente».
– En 1839, el zoólogo alemán Theodor Schawnn, tras numerosas observaciones de células animales, concluyó que «los animales están constituidos por células».
– En 1673, un científico y fabricante de microscopios holandés llamado Anton van Leeuwenhoek construyó un microscopio que aumentaba 300 veces el tamaño real y observó organismos unicelulares y una gran variedad de células.
– En 1831, R. Brown, un botánico escocés, descubrió el núcleo celular y lo describió en las células de las orquídeas.
– En 1838, el botánico alemán Matthias Schleiden, tras numerosas observaciones de células vegetales, concluyó que «la célula vegetal es la unidad básica de las plantas».
– En 1902, el científico español Santiago Ramón y Cajal demostró que el sistema nervioso estaba formado por células (por las neuronas), y la teoría celular quedó establecida para todos los seres vivos.
– En 1665, el científico inglés Robert Hook fabricó un microscopio y observó, en una laminilla de corcho, unas celdillas a las que denominó «células».
– A finales del siglo XIX se formuló lo que hoy se conoce como teoría celular, si bien algunos científicos consideraron que esta no era aplicable al sistema nervioso. 


        DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE CÉLULA

Desde hace siglos el ser humano se ha preguntado sobre la composición y estructura de los seres  vivos. Los sabios del siglo XVI, por ejemplo, consideraban que los seres vivos estaban hechos de cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XVI que el científico inglés Robert Hooke, observando delgadas capas de corcho a través de un microscopio, vio unas pequeñas celdillas a las que llamo células, porque le recordaban las celdas o las habitaciones en las que vivían los monjes.

Después de las observaciones realizadas por Hooke, pasaron cerca de 150 años para que se empezara a conocer la estructura y funcionamiento de la célula. Fue así como,  en el siglo XVI, el botánico Matthias Schleiden (1804-1881), después de hacer observaciones de tejidos vegetales, llego a la conclusión de que todas las plantas estaban constituidas por células. Durante el mismo siglo, el zoólogo Theodor Schwann (1810-1882) (1810-1882) amplio las observaciones de Scheleiden y llego a la conclusión de que los animales también están compuestos de células. Años después, en 1855, el cirujano alemán Rudolf Virchow (1821-1902), mientras estudiaba la forma como las enfermedades afectaban a los organismos llego a la conclusión de que las células solo previenen de otras células vivas y deben ser consideradas como unidades metabólicas. Esta tercera conclusión se sumó a las dos  anteriores y dio lugar a la Teoría Celular, vigente hasta nuestros días. Esta teoría sostiene que:
  • Todos los seres vivos están constituidos por una o más células.
  • La célula es la unidad de funcionamiento de todos los seres vivos pues todas las reacciones químicas que permiten la vida de los organismos, incluidas las que producen energía, se llevan a cabo dentro de las células.
  • Las células únicamente pueden originarse a partir de las otras células.
A pesar de que la teoría celular empezó a funcionar como un concepto unificador para la biología, todavía dejaba sin responder preguntas como: ¿de dónde surgió la primera célula? Y, si los seres vivos están compuestos de células, ¿cómo se originaron los primeros seres vivos?

Como respuesta a estas preguntas se originaron la teoría de la generación espontánea y la de la evolución bioquímica.

En la teoría de la generación espontánea se consideraba que determinadas formas sencillas de vida podrían seguir espontáneamente de la nada. Por ejemplo, si se dejaba un trozo de carne al aire, al poco tiempo surgían en forma espontánea diminutos gusanos que se convertían en moscas. Gracias a los experimentos realizados por el científico francés, Louis Pasteur (1822-1895) se demostró la falsedad de esta teoría.

En la teoría de la evolución bioquímica se consideraba que al principio no existían plantas, animales ni otro ser vivo sobre la faz de la tierra y que las condiciones que reinaban, luego de ser como las que se conocen actualmente, eran hostiles. La roca fundida, que constituía en ese entonces la superficie del planeta, se encontraba en proceso de enfriamiento y despedía gases tóxicos que constituían una atmósfera no adecuada para la existencia de la vida como la conocemos actualmente.

 Estos gases, al enfriarse, se caían nuevamente sobre la tierra en forma de lluvias torrenciales y, con el paso del tiempo,formaban grandes océanos  Ademas,en la atmósfera, las rocas y los océanos existían los cuatro elementos básicos que constituyen la vida: el carbono, el oxigeno, el hidrógeno y el nitrógeno. Estos elementos comenzaron a reaccionar unos con oros, gracias a la energía aportada por las tormentas eléctricas y la roca fundida y, con el paso del tiempo, formaron las cuatro biomoléculas esenciales para la vida: los carbohidratos, las proteínas  los lípidos y los ácidos nucleicos. A partir de este momento, la formación de la primera célula solo fue cuestión de algunos millones de años y un poco de azar.

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